Erlingsson, U., 2001: Consideraciones sobre desastres naturales. Capítulo 2 en: "Erlingsson, U., Coone, T., Leonelli, M., Gutierrez, M.A., Valle, M., 2001: Mapeo de Riesgos Naturales en Nicaragua. Volumen II: Marco teórico. Hydroconsult Nr HC01-1025, revisión 2."


Consideraciones sobre desastres naturales

Un desastre natural es un fenómeno normal de la naturaleza que afecta a la sociedad y su entorno. Un fenómeno natural se convierte en un desastre natural en razón de la falta de conocimiento o de la carencia de habilidad que podamos tener para protegernos.

Este análisis con que iniciamos el capítulo puede parecer demasiado evidente. Pero es recién a comienzos de los 90’s que la mitigación ha venido a dominar en el manejo del desastre en un país como los Estados Unidos (Godschalk et al, 1999, p. 4). La ley que regula el manejo de desastre en ese país fue aprobada en 1988 (el "Stafford Act"). Esta tendencia a mitigar en lugar de reaccionar se hace presente solo en los últimos años en otros países.

El objetivo de este capítulo es analizar los conceptos, la terminología, y las relaciones para poder entender el desastre, el riesgo y la vulnerabilidad. Al final del mismo, también veremos algunos métodos e ideas para manejo de desastres.

Entender el desastre

Utilizando información de la Base de Datos Internacional de Desastres, se pueden colegir ciertas conclusión (en línea a http://www.cred.be/).

Hemos limitado el análisis a desastres naturales físicos violentos, excluyendo sequía, hambre, epidemias, y temperaturas extremas

Definición de desastre

La siguiente definición de desastre natural proviene del "International Agreed Glossary of Basic Terms Related to Disaster Management" (1992), UN-DHA, IDNDR, Geneva: "Situación o evento, el cual agobia la capacidad local, necesitando una petición a nivel nacional o internacional para asistencia externa."

Esto significa que la situación o evento rebosa la capacidad local, evidenciando que no sólo el tamaño del evento importa, sino también las condiciones locales para manejar las consecuencias. También la definición señala que debe existir una necesidad para pedir asistencia a un nivel nacional o internacional. Un país grande y rico probablemente nunca necesitará recurrir a la asistencia internacional, por lo que la definición de desastre en sociedades desarrolladas debe adaptarse a las necesidades de ayuda externa —aún nacional- del lugar o región donde sucedió el evento. En el caso de los Estados Unidos, la asistencia para eventos extremos esta vinculada por ley a la declaración de desastre que emita el presidente. ¿Puede haber contribuido esta necesaria vinculación a un aumento del número de desastres en los datos de los Estado Unidos?.

La conclusión fundamental es que las definiciones son de vital importancia. El resultado de nuestro análisis dependerá seguramente en nuestras definiciones iniciales. Por lo tanto, trataremos de seguir una terminología rigurosa usando palabras bien definidas.

La Base de Datos Internacional de Desastres mencionada en párrafos anteriores, utiliza oficialmente la definición sobre desastre que acabamos de mencionar. Sin embargo, la razón para incluir cada registro en la base de datos está debidamente reglamentada y puede ocurrir que haya un desastre con víctimas fatales, que sea un "desastre significativo", que se haya declarado oficialmente como desastre e incluso que fuera declarada una área peligrosa aunque no resultaron muertos o heridos.

Las últimas situaciones se presentan en la última parte del siglo y sin la menor duda puede contribuir a interpretar que el número de desastres ha aumentado. Atendiendo a esta situación es que hemos trazado sólo muertes y únicamente vinculadas a desastres naturales físicos, durante 1923 a 1999. Antes de 1922 la información es demasiado incompleta. Los tipos de desastre incluidos son erupción volcánica, terremotos, inundación, ciclón, tifón, huracán, tormenta, tsunami, avalancha.

La mortalidad promedio ha sido de 20 y 30 mil por año, y no ha aumentado hacia fines de siglo — por el contrario, la tendencia es de que la cifra baje. Sin embargo, usando una definición holgada de desastre, es fácil de desarrollar medidas estadísticas y gráficas que muestran un curso ascendente. Por lo que sugerimos para nuestro propósito usar una definición más severa de desastres naturales, como:

Un evento físico natural que mata gente (directa o indirectamente) o rebasa la capacidad local para controlar daños o de iniciar tareas de recuperación

Se podría añadir que el evento es inusual, inesperado, y/o repentino. A menos que hayan víctimas mortales, el criterio para definir un desastre se apoya en si la capacidad local es rebasada o no. Si una comunidad está preparada para el riesgo que un puente caiga, entonces no será un desastre el día que suceda porque entrarán en vigor las medidas de mitigación. Pero si no están preparados, entonces el efecto puede ser severo y se convertirá en un desastre de acuerdo a la definición dada. Concluimos que los desastres pueden ser evitados en la mayoría de los casos y que las pérdidas por eventos que no podamos evitar, se convertirán en desastres.

Como hemos señalado, hemos dejado sin incluir en este capítulo eventos registrados en la Base de Datos de Desastres tales como incendios, sequía, hambruna, y epidemias. Sin embargo, nos gustaría añadir una amenaza que no tiene el nivel de desastre natural según la definición normal, pero mata gente y destruye propiedades, y por lo tanto, califica: Rayos de tormentas eléctricas. Su efecto destructivo está parcialmente representado en la base de datos bajo categorías tales como incendios y tormentas. No obstante, merecen ser incluidos de manera especial para hacer posible la mitigación adecuada. Indiferente de su gran impacto en nuestra sociedad, llena de equipos electrónicos como computadoras, los rayos matan. Valga señalar que en Suecia varias personas por año mueren del impacto de un rayo, pero sólo un promedio de una persona en cuatro años murió por todos los otros desastres naturales juntos durante el último medio siglo. El riesgo es, sin duda, mucho mayor en Nicaragua — se puede comparar con los Estados Unidos, donde el promedio de muertos por año en inundaciones es 139, de rayos 87, de tornados 82, y de huracanes 27 (Curran et al. 1997).

Perspectiva global

Se procuró información de la Base de Datos Internacional de Desastres se han analizado para buscar direcciones y patrones referentes a la distribución espacial y temporal de desastres (comparar el gráfico arriba). Aquí se dan las observaciones claves:

Calidad de los datos

El tamaño de desastres, en número de muertos, esencialmente sigue una distribución lognormal cuando se usan datos de todo el mundo en el período comprendido entre 1922 y 1999. Cuando se trata de Centro América (que incluye México en esta base de datos), se pueden usar solamente los últimos 37 años, ya que antes de este período existen muchos años sin pérdidas denunciadas y ocasionalmente años con pérdidas no confiables, de un promedio más alto de lo normal. Esto se ha tomado como un indicio de la pobre calidad de los datos, la que se refleja igualmente en un dudoso ajuste con la distribución lognormal.

Los datos también se reflejan en una gráfica de período de retorno que se observa a continuación. Los datos mundiales incluyen los años 1922-1999, aunque es evidente que existe una escasez de datos de muchos de los países del tercer mundo anterior a la segunda guerra mundial.

Frecuencia

Se suele afirmar que el número o severidad de desastres ha aumentado en las últimas décadas del siglo 20. Convendría analizar esta afirmación a la luz de la información de desastres en el siglo pasado.

Las estadísticas demuestran que durante el siglo 20, a nivel mundial, el número de muertes por año en desastres ha disminuido al menos en un 20%.

En efecto, puesto que la población ha aumentado, esto significa que la mortalidad ha disminuido significativamente.

De tal modo, que no existe un respaldo estadístico para declarar que los desastres naturales han aumentado en frecuencia y magnitud. Si así fuera, no se refleja en el número de víctimas. Cabe notar que las estadísticas están incompletas en la primera mitad del siglo, y que Centroamérica no es una excepción. Existe razón para sospechar que muchos desastres pequeños no se registraron como tales cuando ocurrieron. Esta disminución de víctimas y de pérdidas a nivel mundial puede ser el resultado de la construcción de presas en China con el propósito de mitigar inundaciones, y de menores pérdidas por erupciones volcánicas y terremotos también como consecuencia de medidas de mitigación.

Nuestra conclusión es que existe una disminución real de la afectación por víctimas o pérdidas materiales ante fenómenos naturales. No hubo un aumento de pérdidas humanas o materiales como consecuencia de desastres, razón que nos induce a concluir que se han manejado de manera exitosa los fenómenos que antes desembocaban en desastres naturales, entonces que es importante continuar implementar mitigación.

Distribución

Un tema que se ha planteado reiteradamente es que el Tercer Mundo es más susceptible a los desastres naturales.

Con objeto de verificar esta presunción se trazó la mortalidad aproximada de varias partes del mundo, dividiendo el número total de muertes durante el siglo pasado, entre el número de habitantes al final del siglo. Tres países del Tercer Mundo fueron seleccionados: China, India y Nicaragua. Otros tres países o regiones altamente desarrolladas fueron seleccionadas: Estados Unidos, Japón y la Unión Europea. También se incluyeron el promedio mundial en su totalidad, y el promedio del mundo con la excepción de las regiones ya mencionadas. El resultado se presenta en la gráfica siguiente.

La China tiene la más alta mortalidad, debido a grandes escalas de inundación. Nicaragua y Japón tienen una mortalidad similar, y una geografía similar. Están ubicados en el "cinturón de fuego", afectados por terremotos, volcanes, así como por ciclones tropicales.

La India, a pesar de ser un país en vías de desarrollo, tiene una mortalidad relativamente baja. Claro, datos de pobre calidad pueden que contribuyan a su favorable puesto. Los Estados Unidos y la Unión Europea aparentan ser significativamente diferentes, pero una investigación cercana de los datos muestra que los datos europeos están dominados por dos terremotos a inicio de siglo: 95,000 personas de un total de 137,872 murieron en dos terremotos en una región muy pobre en el sur de Italia en 1908 y 1915. Si no se tomaran en cuenta estos dos desastres, la Unión Europea quedaría en la lista entre la India y los Estados Unidos. No obstante, la India, Europa y los Estados Unidos son comparables en términos de amenazas naturales, ya que estos países tienen áreas seguras y áreas de riesgo, y los tipos de riesgo son similares. Por el contrario, se observa la poca afectación de los desastres en una región como Escandinavia, con pocas amenazas naturales que se traduce en una mortalidad de menos de 1 persona por año en un total de 20 millones de habitantes.

Los datos reflejan el hecho que los desastres resultan de la combinación de una naturaleza peligrosa y la falta de manejo del desastre (mitigación y prevención). Se podría asumir que la falta de manejo de desastres es debido a la pobreza, pero para llegar a tal conclusión uno tendría que ver la causalidad en cada caso específico.

Historia de desastres naturales en Centroamérica

Utilizando datos de la página de Internet de CEPREDENAC, se construyó la gráfica inferior. En esta base de datos de los últimos 40 años, a diferencia de lo mencionado para la base de datos internacionales, la información sobre México está excluida.

Como podemos observar, los peligros más grandes están representados por terremotos y huracanes, seguidos por inundaciones y movimientos de masa los cuales, en apariencia, son menos importantes como factor de riesgo.

Sin embargo, nuevamente la clasificación incurre en ocultar la causa directa de las pérdidas y daños. Mucho del daño atribuible a los huracanes son, en realidad, daños de inundación y también en algunos casos el daño es atribuible a movimiento de masa. Esto nos permite concluir que en inundaciones y movimientos de masa es necesario modificar las estadísticas, ubicando estos fenómenos en un nivel superior.

Por otro lado, los tsunamis son probablemente menos peligrosos de lo que aparece en la gráfica. El alto valor es debido al tsunami de 1992 en Nicaragua, el cual probablemente tenga un período de retorno de más de 100 años. Finalmente, las erupciones volcánicas tienen largos períodos de retorno y por lo tanto están ubicadas en puestos bajos en la lista, pero tienen el potencial de crear los desastres naturales más destructivos en países como Nicaragua, Costa Rica, Guatemala y El Salvador. En una clasificación de daños promedios este fenómeno está ubicado en un puesto no destacado, pero en un análisis de las categorías de desastres naturales más dañinos que puedan afectar a Nicaragua, una erupción volcánica quizás ocuparía el primer lugar en la lista.

Inventario de amenazas naturales

Cuando se diseña una clasificación para amenazas naturales, uno tiene que determinar cual es el nivel que se desea alcanzar. Por ejemplo, uno puede listar los fenómeno (huracanes, tornados) o uno puede listar los procesos directos (vientos, lluvias, granizo, relámpagos) y los procesos consecuentes (inundación por crecida súbita o por desbordamiento, incendio forestal).

En la literatura de desastre, una combinación de los dos sistemas es la norma. Esto quiere decir que huracanes e inundaciones compiten en las estadísticas. Por esta razón, daños de inundación causados por lluvia durante un huracán es registrado como daño de huracán, mientras que si la inundación es causada por lluvia que no es asociada con vientos fuertes o nieve derretida, es clasificada como inundación. Esta práctica no óptima para la valoración de vulnerabilidad y riesgo.

Llegamos así a la conclusión de que las amenazas deben ser clasificadas de acuerdo a la causa directa de pérdida de vida o daños a la propiedad. Una clasificación provisional se presenta en párrafos posteriores. Para completar, la lista no esta limitada a amenazas que ocurren en Nicaragua.

Sismisidad

Terremoto: Temblores por ondas acústicas generados en movimientos de fallas.

Falla activa: Un plano de movimiento que, si alcanza la superficie de la tierra, puede ser muy destructivo.

Vulcanismo

Caída de tefra: La lluvia de cenizas, bombas etc.

Flujo de lava: Erupción poco explosiva de magma.

Lluvias ácidas: La polución del agua en la atmósfera ocurrida por gases volcánicos.

Lahar: El flujo de depósitos volcánicos, tal como cenizas, saturados con agua.

Avalancha de escombros: La caída pendiente abajo de material seco.

Ondas piroclásticas: Una nube ardiente que se mueve rápidamente.

Flujo piroclástico: Un flujo ardiente, ocurre abajo de las ondas.

Colapso sectorial volcánico: El colapso de cámaras de magma.

Movimiento de masa

Derrumbe: La caída de material. Un ejemplo típico, rocas en caída de una pendiente casi vertical.

Deslizamiento: El movimiento de tierra sobre una lámina lisa.

Flujos detríticos: El flujo de suelo saturado con agua.

Avalancha de detritos: La caída pendiente abajo de material seco.

Colada: Movimiento lento que puede dañar estructuras.

Fenómenos atmosféricos

Viento: El viento arrastra objetos que actúan como proyectiles. También puede dañar edificaciones por las variaciones violentas de presión, haciendo entrar agua contrario a la fuerza de la gravitación.

Huracán: Un fenómeno que causa viento fuerte junto con lluvia fuerte.

Tornado: El fenómeno que causa el viento más fuerte que existe.

Rayos: Relámpagos destructivos de tormentas eléctricas.

Granizo: Hidrometeóros de hielo que pueden ser muy destructivos.

Inundación

Inundación súbita: Flujo violento de agua fuera de los arroyos durante un fenómeno de lluvia extrema, en pendientes suaves a moderadas en conos aluviales. Ocurre en climas donde las lluvias no son frecuentes, razón por la que el sistema de drenaje no está en equilibrio con las lluvias.

Crecidas: Nivel extremo de ríos en valles angostos, sube de repente y fluye rápido. Puede ser el resultado de un deslizamiento o un flujo de detritos.

Desbordamiento: El río inunda zonas aluviales fuera del cause en planicies. Sube y baja despacio. Flujo con baja velocidad.

Agua estancada: Acumulación por falta de capacidad de infiltración o desagüe (en escala grande da como resultado un lago).

Erosión y sedimentación

Erosión fluvial: Erosión por los ríos.

Erosión litoral: Erosión por las olas.

Erosión del suelo: Erosión por la lluvia o el viento.

Sedimentación: Deposición de sedimentos.

Procesos litorales

Tsunami: Olas gigantes creadas por sismisidad submarina.

Maremoto: Nivel extremo del mar.

Olas: Ondas en la superficie del agua creadas por el viento.

Procesos químicos

Incendio (forestal etc): Pueden tener origen natural o antropogénico.

Procesos de nieve y hielo

Existe un largo rango de amenazas en relación a nieve y hielo, tal como avalanchas, colapso de techo de edificios o vivienda por el peso, destrucción de infraestructura por la formación de hielo en el subsuelo, desplazamiento por acción del hielo sobre lagos y mar hasta cientos de metros adentro de la costa, presas en los ríos que causan crecidas e inundaciones secundarias, etc.

La amenaza más espectacular es quizás el jökulhlaup, que ocurre cuando el agua se acumula abajo de un glaciar. La amenaza más habitual que puede causar la nieve es la congelación de los caminos.

Riesgo y vulnerabilidad

Los procesos naturales listados arriba puedan causar desastres naturales si tienen una afectación en alguno de estos aspectos: Vida humana, propiedad, sociedad.

Los efectos ambientales son excluidos, ya que el proceso natural es parte del ambiente. Sin embargo, los efectos ambientales indirectos, como polución en el caso que el proceso destruya un embalse con material tóxico, deben ser incluidos.

Si dividimos el mundo en dos esferas, una incluyendo el hombre y sus hechos y la otra incluyendo la naturaleza, entonces podemos definir una amenaza natural como una amenaza que la naturaleza pone contra el hombre, y una amenaza ambiental como una amenaza que el hombre pone contra la naturaleza.

A continuación, se presentan los aspectos de la amenaza natural y las definiciones necesarias.

Sujetos de vulnerabilidad

La vulnerabilidad solamente existe bajo un punto de vista humano. Por definición la naturaleza como tal no es vulnerable a un proceso natural ya que el proceso es natural. Si nos permitimos dividir el mundo en naturaleza y sociedad, logramos una forma que resulta conveniente para conceptualizar la interacción del hombre y la naturaleza. Si la sociedad cambia la naturaleza, el resultado podría ser una actividad no deseada, pero si la naturaleza cambia en sí, es un evento normal. De un modo parecido, si la naturaleza cambia la sociedad, es posible que sea un evento no deseable, convirtiéndose en un "desastre natural". ¿Entonces qué existe en la sociedad que la naturaleza puede afectar?

En primer lugar, puede causar pérdidas de vidas. Segundo, la propiedad privada y público puede ser destruida. Finalmente, las funciones sociales pueden ser interrumpidas o destruidas, a consecuencia de la inundación de caminos, interrupción de la energía y de las líneas telefónicas, destrucción archivos, muerte de personas en funciones importantes de la sociedad, etc. Existe una interrelación entre cada uno de ellos. Por ejemplo, un puente que se cae puede tener el efecto secundario de matar gente (si en ese momento se encuentran de paso), la interrupción en la comunicación terrestre en una área, tiene como resultado enormes efectos económicos para la sociedad, incluyendo la pérdida y generación de negocios.

En la propiedad se puede incluir la inversión en tierras cultivables, tal como caminos de acceso, irrigación, drenaje, cosecha, etc. Aunque la tierra en sí es parte de la naturaleza. Un ejemplo:

lluvia intensa -> flujos -> pérdida de suelo -> pérdida de cosecha -> muerte de ganado -> hambruna

Dada la definición de artículo vulnerable como uno de los tres [humanos, propiedad, funciones sociales], el primer efecto en un artículo vulnerable será la pérdida de suelo o de cosecha, dependiendo si la tierra es considerada como posesión del agricultor, o del recurso natural. En el primer caso la amenaza es el flujo sobre el suelo, y el suelo es el artículo vulnerable. En el segundo caso la amenaza es la pérdida de suelo y la cosecha es el primer artículo vulnerable.

La propiedad en esta clasificación incluye todos los artículos físicos, incluyendo aquellos que son invalorables tales como patrimonio cultural y objetos arqueológicos. En algunos estudios el patrimonio cultural se ha agrupado con la "naturaleza" y la "polución" en una categoría "ambiental". En este estudio, "ambiente" se refiere solamente a "naturaleza", y efectos directos a la naturaleza por el llamado desastre natural son, por definición, excluidos. Los otros dos pertenecen a la "propiedad" y a los "efectos ambientales indirectos", respectivamente, en el informe actual.

Aparentemente es obvio considerar el suelo como un artículo vulnerable. Sin embargo, en casi cualquier sitio sería un proceso natural el remover o añadir tierra, y como ya hemos indicado, procesos naturales por definición no son "desastres naturales".

Tomemos otro ejemplo. En un delta, como el del Nilo en Egipto, hay inundaciones frecuentes. El proceso natural es que el agua lleve suelo volcánico fértil a las tierras durante la inundación. Los sedimentos aluviales que enriquecen y constituyen el suelo en los valles se depositan por inundaciones. Aunque una inundación pueda destruir la cosecha anual, a largo plazo la eliminación de las inundaciones afectaría la fertilidad del suelo y amenazaría la posibilidad de cultivar. Valga señalar que la Presa Alta en Egipto, que acabo con las inundaciones, ha demostrado el efecto positivo que tienen las inundaciones en los deltas.

Se debe añadir que indirectamente, la destrucción de propiedad o la interrupción de las funciones sociales pueden también conducir a resultados ambientales. Por ejemplo, un embalse puede romperse y causar un desastre aún mayor, provocando una inundación extensa corriente abajo.

Definiciones

Conceptos

La amenaza se refiere al proceso natural que posee el peligro. El flujo de un río es un fenómeno acostumbrado, pero si el flujo crece sobre un cierto valor, se desborda y causa lo que comúnmente conocemos como inundación. La palabra inundación en sí, se refiere no sólo al proceso sino también a la magnitud de ese proceso. De manera similar, la amenaza se refiere al proceso natural y a la magnitud del proceso. Para poder desarrollar una terminología rigurosa es necesario aceptar esto. Por lo tanto, la noción de peligro será expresada por una combinación de proceso y magnitud.

Amenaza natural = una magnitud peligrosa de un proceso natural

Esta es una definición más especifica que la primera parte de la definición que encontramos en el "International Agreed Glossary of Basic Terms Related to Disaster Management", la cual define amenaza como: "Evento peligroso, o probabilidad de incidencias de un fenómeno potencialmente dañino dentro de un cierto período de tiempo y área". Notar la palabra "o" ; todo después de esta palabra es una definición alterna. Por motivos de claridad no debemos adoptar esa definición ambigua, sino considerar su segunda definición de amenaza como "probabilidad de un evento", o solo "probabilidad".

De acuerdo a esto , definimos que:

Evento de amenaza natural = una incidencia de una amenaza natural

La vulnerabilidad a un evento puede definirse como:

Vulnerabilidad por un evento = la pérdida que resulte si el evento ocurre

Esto es también en acuerdo esencial con el glosario internacional, que dice "Grado de pérdida (de 0% a 100 %) producto de un fenómeno perjudicial potencial". La vulnerabilidad en términos monetarios o de vidas puede ser fácilmente calculada de este valor porcentual multiplicando por el valor real, o la población afectada. En la práctica, en muchos casos puede ser más fácil calcular la vulnerabilidad en términos monetarios que en por cientos, por lo que no incluimos la unidad en la definición, sino que la dejamos como opción.

Considerando la probabilidad de que el evento ocurra, se puede desarrollar una definición del riesgo relacionado a tal evento, como probabilidad por vulnerabilidad. Una manera común de expresar la probabilidad de magnitud extrema de procesos naturales, es por medio del período de retorno. Digamos que un puente es diseñado para la inundación que ocurre en promedio una vez cada 100 años. La probabilidad de que la inundación de 100 años ocurra en un año dado es 1% (es decir, 1/100, el inverso del período de retorno).

Habiendo adaptado una medida de probabilidad, podemos calcular el nivel de riesgo asociado con una vulnerabilidad y un evento, de la siguiente manera:

Riesgo = vulnerabilidad ÷ período de retorno de la amenaza

La unidad de "riesgo" será entonces % por año, costo por año, etc. Si la vulnerabilidad de la inundación de 100 años es 1 millón de dólares, entonces el costo del riesgo anual para este evento se calcula a $10,000 por año.

Sin embargo, los puentes también se pueden dañar parcialmente, a un intervalo de repetición menor del que destruirá el puente completamente. De este modo la vulnerabilidad aumenta con la magnitud del proceso que constituye la amenaza. También los puentes son parte de un sistema de transporte que se interrumpirá, afectando cada vez más si se produce la caída simultánea de varios puentes. Esto significa que la vulnerabilidad total es mayor que la suma del costo de reconstruir los puentes. Más adelante continuaremos con el análisis del tema riesgo y vulnerabilidad, pero consideramos importante presentar la ecuación del riesgo.

Fórmulas

Revisemos las definiciones anteriores. La amenaza natural es un nivel peligroso de un proceso natural. ¿Que significa "peligroso"? Significa que puede causar daños, es decir, que existe vulnerabilidad (o existiría si no se hubiesen ya implementado esfuerzos de mitigación). Por tanto, una amenaza natural es definida por medio de la vulnerabilidad (potencial), y por consecuente las dos son funciones de magnitud. Esto nos indica que es imperativo llevar explícitamente la magnitud a la definición matemática.

Antes de continuar, algunas abreviaciones serán introducidas para facilitar la descripción matemática:

a = amenaza

v = vulnerabilidad

R = riesgo

m = mitigación

i = magnitud, intensidad

p= probabilidad

T = período de retorno

Usando estas abreviaciones, la definición de riesgo se puede expresar de la siguiente manera:

[1]

Esta ecuación expresa que hay un valor de riesgo discreto asociado con cada magnitud, mientras que el riesgo total es el valor máximo. Ya que la vulnerabilidad crece como una función de magnitud,

[2]

la vulnerabilidad máxima ocurre en la magnitud que tiene un período de retorno que se acerca la eternidad. Otro valor de gran interés es el valor umbral de la vulnerabilidad, definido como:

[3]

siendo la magnitud máxima de la magnitud en la cual la vulnerabilidad se mantiene en cero. Además es indiscutible que:

[4]

o sea, todos los aspectos de vulnerabilidad pueden ser afectados por la mitigación. Una definición alterna podría ser dejar la vulnerabilidad independiente de la mitigación y calcular el riesgo como {riesgo = [vulnerabilidad — mitigación] ÷ período de retorno}. Sin embargo, para prevenir la complicación de tener que cuantificar el valor mitigado de esfuerzos ya implementados, o el umbral de vulnerabilidad para situaciones hipotéticas que a lo mejor nunca existieron, se ha decidido usar el concepto siguiente, lo que se refleja en ecuación 4: {vulnerabilidad = vulnerabilidad previa — nueva mitigación}.

Cuando la mitigación es implementada, la vulnerabilidad cambia. Significa que un mapa de amenaza que señala áreas peligrosas —en vez de la magnitud del proceso— debería cambiarse también. Es evidente que la meta debe ser enfocar los estudios en una descripción neutral de la naturaleza. La clasificación entonces se puede hacer y rehacer cualquier número de veces en un sistema de computación, comparando el proceso natural con los datos de infraestructura.

El resultado de la comparación de amenazas con infraestructura será un mapa de vulnerabilidad o uno de riesgo. Un mapa de riesgo de inundación puede mostrar el riesgo de costo por año en cada zona. La vulnerabilidad, por otro lado, siendo una función del proceso y la magnitud, debe calcularse para escenarios específicos. Por ejemplo, la vulnerabilidad para la inundación de 100 años.

Ejemplo

La relación entre riesgo y vulnerabilidad es ilustrada en el siguiente gráfico. La línea azul muestra el período de retorno como una función de la magnitud del proceso. En el ejemplo, la línea baja en el final, ya que por razones físicas la magnitud no puede exceder el valor de aproximadamente 270.

La gráfica incluye dos conjuntos de curvas para vulnerabilidad y riesgo, A y B, que representan dos condiciones diferentes. Estos pueden representar casas, vida humana, países, etc. Digamos que ellos representan dos aldeas al lado opuesto del mismo río. A es una aldea pobre y débilmente protegida, mientras que B es rica y bastante bien protegida contra inundaciones.

La letra "a" indica el umbral de la aldea A. Si la magnitud (en este caso de niveles de agua) está por arriba de 110, el proceso natural constituye una amenaza para esta aldea. Esta amenaza tiene un período de retorno de solo 10 años. Por otro lado, la aldea B está solamente expuesta a esta amenaza una vez cada 200 años, como se indica en la letra "c".

Asumamos que la unidad de vulnerabilidad está fijada en dólares. La vulnerabilidad máxima para la aldea A sería entonces $250,000 (letra "e"), mientras que para la aldea B es $850,000 como figura bajo por "f". El riesgo máximo para aldea A es alcanzado al nivel de agua 165, con un período de retorno de 100 años ("c"). El costo del riesgo es $400 por año. El riesgo máximo para aldea B se alcanza al nivel de agua 200, con un período de retorno de 1000 años. El costo del riesgo es de $200 por año.

Podemos notar que la vulnerabilidad máxima es mayor en B, por ser más rico, pero que el riesgo es más alto en A que en B. También, la vulnerabilidad por eventos medio raros (en contradicción a eventos extremadamente raros) es mayor en A que en B. Esto explica por qué lugares pobres pueden ser más vulnerables, aunque tengan menos a perder en términos económicos (dejando el valor de vidas humanas a fuera de la discusión).

Como conclusión podemos decir que un mapa de riesgo es mucho más útil para el propósito de planeamiento, que un mapa de vulnerabilidad máxima. Otra opción podría ser la utilización de un mapa de vulnerabilidad umbral, para enfocar la atención de aquellos que viven bajo las circunstancias más difíciles. Solamente para calcular el costo máximo probable en un desastre, la vulnerabilidad máxima sería una medida aplicable.

Vulnerabilidad como una función de probabilidad para la amenaza

En el ejemplo anterior, la vulnerabilidad es trazada como una función de magnitud. Ya que existe una relación única entre período de retorno y magnitud, la vulnerabilidad también puede expresarse y trazarse como una función de período de retorno, o probabilidad. Esto es necesario para poder comparar la vulnerabilidad de diferentes amenazas o en diferentes regiones.

Factores contribuyentes a la vulnerabilidad

Una lista de diferentes tipos de vulnerabilidad se ha sugerido: vulnerabilidad física, económica, social, política, técnica, ideológica, cultural, educativa, ecológica, e institucional. En efecto, estos son factores que afectan la vulnerabilidad. En resumen de lo anterior podemos definir las causas de la vulnerabilidad.

Vulnerabilidad = f (factores físicos, económicos, sociales, políticos, técnicos, ideológicos, culturales, educativos, ecológicos, institucionales)

Si algunos de todos estos factores, excepto factores físicos, son analizados semi-cuantitativamente, el resultado, que se llamaría "índice de vulnerabilidad", resultarían en una vista espacial de los niveles relativos de vulnerabilidad que se pueden usar en ordenamiento territorial. Sin embargo, no sería útil para valorización de riesgo. Para este propósito la vulnerabilidad necesita ser adecuadamente cuantificada tomando también en cuenta los factores físicos, es decir, la amenaza.

Vulnerabilidad de un país para un evento tal como Mitch

La vulnerabilidad se puede expresar ya sea como una función de magnitud o de período de retorno. Al calcular la vulnerabilidad de un país, los valores de vulnerabilidad para objetos individuales, municipios, o regiones, no se pueden simplemente añadir.

El daño crece de una manera exponencial cuando muchos objetos son afectados debido a efectos secundarios, lo cual tiende a aumentar la vulnerabilidad. El desastre pocas veces abarca todo el país, lo que tiende a disminuir su vulnerabilidad.

Así que, la vulnerabilidad (promedio) por kilómetro cuadrado puede aumentar o disminuir a medida que el tamaño del área de estudio aumenta. Por otro lado, el período de retorno entre "desastres" también disminuye. Por ejemplo, un país puede tener un desastre de inundación cada 5 años, pero en un río especifico quizás sea solamente una vez cada 100 años.

Probabilidad

Esto nos trae al tema de estadísticas de probabilidad (aunque por definición no es parte de la vulnerabilidad en sí, la probabilidad influye en la vulnerabilidad de sistemas complejos tal como un país).

Los puentes son un buen ejemplo, ya que son diseñados para un período de retorno específico y además, juegan un papel importante en la vulnerabilidad. Normalmente se construyen puentes para un período de retorno de 100 años, es decir, un 1% de riesgo por año. Este es un alto riesgo: la probabilidad de que se caigan dentro de 30 años es de un 26%. También podemos trazar los puentes que estadísticamente se caerán por año, como una ilustración del alto riesgo, usando la ecuación siguiente:

[5]

Colocando T a 100 años y n a 200 puentes, se diseñó el gráfico que se observa a continuación. El signo "+" marca los resultados de la ecuación, mientras el "•" marca la distribución acumulativa (es decir, por lo menos el número de puentes indicados se caen).

La gráfica muestra que cada 10 años, por lo menos 7 puentes se caerán. Un año mediano, se caerán de 3 a 4 puentes. Este es un resultado directo de diseñar con tal alto riesgo. Por cierto, no queremos poner la palabra "inesperado" en la definición de desastre ya que, en efecto, se espera que estos eventos ocurran.

En otros casos, un cálculo de riesgo mucho más bajo es usado. Presas altas, por ejemplo, son diseñadas para un período de retorno de 10,000 años. Sin embargo, en un siglo esto representa un riesgo de desastre de 1%, el cual se puede considerar un riesgo considerable si se encuentra aguas arriba en áreas pobladas (Lindström, 1990).

La ecuación anterior es válida asumiendo que los eventos son independientes. En realidad algunos lo son, mientras que otros, como el huracán Mitch, tiene como consecuencia que regiones enteras experimenten inundaciones simultáneas. El grado de correlación se expresa con el coeficiente espacial. Por ejemplo, al aplicar un método geoestadístico para ver la correlación espacial de lluvia durante el huracán Mitch, encontramos una disminución en el coeficiente de correlación desde 1 a 0 sobre 100 km.

Correlación espacial

La correlación espacial importa cuando los objetos bajo el estudio son pocos, o el coeficiente de correlación es alto. La ecuación presentada abajo se puede usar para calcular la probabilidad que ninguno o todos los objetos se dañen.

Esta ecuación es aplicable para el análisis de pequeños sistemas en los cuales la topología se puede describir explícitamente. Por ejemplo la conexión entre dos puntos con carretera y puentes. El riesgo aumenta con puentes en serie, y disminuye con puentes paralelos.

[6]

Si no existe ninguna correlación entre el fracaso de dos puentes, r = 0 y el riesgo de tener dos puentes en fila es casi el doble comparado a un puente; 1.99% si se usa el intervalo de repetición de 100 años. Con puentes paralelos, el riesgo de interrupción completa del trafico disminuye a 0.01%.

Sin embargo, ya con r = 0.5, el riesgo con puentes en serie ha disminuido a 1.9%, pero más significativamente, en el caso de paralelo, el riesgo ha aumentado a 0.1% —un aumento por un factor de 10. Al otro extremo, r = 1, todas las probabilidades serán las mismas, 1%.

Observaciones

Tener varios puentes a lo largo de la misma carretera aumenta significativamente la probabilidad de interrupción de tráfico, ya que el valor de cada puente contribuye a la vulnerabilidad.

Por otro lado, digamos que una ciudad esta dividida por un río, y que sólo hay dos puentes. La pérdida de cada puente dará un costo, pero la pérdida de ambos interrumpirá la comunicación y aumentará el daño múltiple (por cierto, esto es lo que pasó en La Ceiba, Honduras, durante el Mitch: las áreas a la derecha del río se quedaron sin acceso a las tiendas que estaban al lado izquierdo del río). El riesgo de doble pérdida en una situación como La Ceiba no es p2, sino =~=p, ya que r =~= 1. Sin embargo, de alguna manera la vulnerabilidad es más alta con dos puentes, ya que dos puentes cuestan más que uno. Esto es teóricamente; en realidad un puente sobrevivió lo suficiente para ser eventualmente reparado y mientras tanto servir como solución de emergencia mientras que el puente completamente destruido se reconstruía.

La conclusión referente al caso paralelo es que la redundancia, aunque siendo eficiente para disminuir la vulnerabilidad en la ausencia de correlación, es ineficaz cuando la correlación espacial es grande. Sí el objetivo es disminuir la probabilidad, es mejor construir un puente bien fuerte, en vez de construir dos cerca uno del otro.

El coeficiente de correlación

Para utilizar la fórmula anterior es necesario saber la correlación entre los flujos extremos en los dos ríos, o sea, una medida de la probabilidad de que el caudal de diseño sea rebasado en los dos puentes al mismo tiempo — o para el caso, el mismo año.

Como una primera aproximación el coeficiente de correlación se puede calcular con las series de máxima instantánea anuales. Sin embargo, es probable que la correlación entre los eventos extremos es más grande que entre los eventos promedios, lo que significa que el resultado sería un valor mínimo de la correlación, en vez de un estimado central.

Sí la máxima instantánea anual se comporta como un distribución de lognormal, el coeficiente de correlación de la distribución normal bivariable se puede usar, tomando los logaritmos de los valores. La siguiente ecuación da el coeficiente de correlación.

[7]

Como las medidas de los caudales generalmente no están disponibles en el punto de interés, es decir, en los puentes en cuestión, es necesario estimar el coeficiente de correlación de otra forma. Es posible que la correlación sea una función de la diferencia en tamaño de las dos cuencas, y también de la distancia entre ellas. Estas dos relaciones son expresadas en la siguiente ecuación, la cual representa un intento de desarrollar una fórmula sencilla para estimar el coeficiente de correlación de valores que se pueden medir en el SIG.

[8]

Las dos expresiones al lado derecho pueden alcanzar valores en un rango de 0 a 1. Los parámetros x e y expresan su comportamiento en este rango. El parámetro z es la distancia de la correlación en relación al tamaño de la cuenca más pequeña.

Ya que no había disponibilidad de datos de caudal para chequear la correlación de la ecuación a los datos, no se ha calibrado ni validado. De todos modos, la presentamos para señalar que una fórmula con este propósito es necesaria para calcular la probabilidad en estos casos.

Conclusiones

La vulnerabilidad es una función del tipo y magnitud de la amenaza, mientras que el riesgo es solamente una función del tipo de amenaza. Un mapa de vulnerabilidad puede mostrar el costo en dólares de un daño esperado por una inundación con un período de retorno de 100 años, mientras que un mapa de riesgo puede mostrar el costo promedio por año como un resultado de inundación. Otros mapas pueden mostrar la vulnerabilidad en términos de pérdidas de vidas y para otras amenazas, respectivamente.

Combinando los mapas de riesgo para todas las amenazas existentes, se puede crear un mapa de riesgo total, mostrando el riesgo total en dólares (o vidas humanas) por año. Los mapas serían basados en la vulnerabilidad y por lo tanto cambiarían si se construyera más infraestructura o si se implementarán medidas de mitigación.

Algunos factores que influyen en la vulnerabilidad, especialmente aquellos relacionados a las funciones de la sociedad, son independientes de la amenaza o su período de retorno. Estos factores son aptos para crear mapas específicos. El valor se puede llamar "índice de vulnerabilidad" ya que no tiene dimensión, y para distinguirlo de la vulnerabilidad en un sentido estricto.

Economía

Desastres naturales tienen implicaciones profundas en la economía, pero sin duda la economía también influye en la frecuencia y magnitud del desastre. Para comprender la conexión, solo tiene que considerar la opción de construir seguro pero caro, o barato pero con mayor riesgo.

La observación de que cada actor económico hace lo que le convenga mejor, de acuerdo a lo que él pueda determinar con la información limitada que tenga, es de suma importancia.

Todos sabemos algo sobre la tasa de interés futura y que hay cierta probabilidad de que varíe en un intervalo de tiempo determinado. No sabemos con la misma precisión cuando ocurrirá el próximo terremoto o huracán. A menos que uno haga un análisis de las opciones (tal como una simulación de Monte Carlo), es probable que lo menos confiable sea la información, lo menor valor se de durante el proceso de decisión. Esto probablemente quiere significar que no toman el riesgo futuro lo suficientemente en cuenta, poniendo más peso en la tasa de interés.

Aquí tal como en la sección anterior, presentaremos unos cuantos conceptos y observaciones generales que puedan ayudar a clarificar la relación causal.

Vida útil

La vida útil de una inversión es el tiempo durante el cual se espera que funcione y regenere ingresos. Es determinada para maximizar el valor actual. La siguiente ecuación se usa para determinar el valor actual, y para comparar con las opciones.

[9]

La ecuación dice que los ingresos futuros de una inversión tienen menos valor cuando la tasa de interés es más alta. Esto limita la opción de la vida útil. Sencillamente, no es favorable económicamente invertir más dinero para que dure más; en cambio, según la ecuación, es mejor reemplazar la estructura después del final de su vida útil.

El valor actual de un ingreso futuro es menor, cuanto más lejos esté en el futuro (y cuanto más alta sea la tasa de interés). Eventualmente, un ingreso futuro tendrá menos valor que el costo extra de construir la estructura para que dure hasta ese año.

El riesgo como probabilidad

El período de retorno del diseño es el nivel de seguridad utilizado. Un puente con un vida útil de 30 años puede, por ejemplo, ser construido para sobrevivir la inundación con un período de retorno de 100 años. Esto es equivalente a decir que existe un riesgo del 1% de que el puente se caerá en cualquier año.

La siguiente ecuación se usa frecuentemente para calcular la probabilidad de fracaso como función de la vida útil y el período de retorno.

[10]

Sí la vida útil para un puente es 30 años, y el período de retorno 100 años, el riesgo de que se caerá antes de cumplir su vida útil es de 26% según la formula. Esto es correcto, pero inútil para un análisis nacional de vulnerabilidad.

La razón es que no estamos interesados en la realización específica del puente en este sitio, sino en tener cualquier puente cruzando el río en el sitio. En otras palabras, tan pronto como se destruya el puente, se debe reconstruir. Por lo tanto, la probabilidad a largo plazo es 1% por año (aunque en 100 años consecutivos el riesgo es 63%; si usted no entiende esta lógica, considere que en otros siglos el evento puede ocurrir más de una vez, por lo que el promedio se convierte en uno por siglo). La consecuencia es que la ecuación anterior es errónea y no se debe utilizar para estructuras que se pretenden reemplazar cuando queden destruidas.

Así que, el término de probabilidad en el cálculo del riesgo se debe estimar como el inverso del período de retorno por el número de años, de la siguiente forma:

[11]

[es decir, usando la frecuencia como probabilidad] La probabilidad de fracaso en un proyecto típico, con una vida útil de 30 años y un período de retorno de 100 años, aumenta con 15% (de 26% a 30%) cuando se usa Ecuación 11 en vez de Ecuación 10.

El riesgo como costo

Estimación del costo del riesgo

En algunos países existen fondos para desastres, lo suficientemente grandes para cubrir el daño total de en un solo evento. El costo de mantener estos fondos depende del costo del dinero, es decir, la tasa de interés y por lo tanto las alternativas disponibles para financiar el fondo.

En el caso de estructuras aseguradas, el costo del seguro se puede usar como un asesor, aunque probablemente subestime el riesgo total, ya que los efectos en las funciones de la sociedad no son asegurables.

Sí no existe fondo y los seguros son insuficientes, el costo del riesgo como está definido en este capítulo se puede usar como un primer estimado. Este costo se sumará a los otros riesgos que los economistas toman en cuenta cuando consideran inversiones, y por lo tanto afectará la buena voluntad de los inversionistas, y también la tasa de interés en el país.

Seguidamente calcularemos el riesgo como está definido en Ecuación 1, el valor máximo que el producto de vulnerabilidad y probabilidad pueda lograr.

Calculo tradicional

Mientras que el costo de mitigación es un costo adelantado, el costo de riesgo es pagado periódicamente en el futuro. Teóricamente uno puede comparar los dos costos, usando Ecuación 9. El gráfico a continuación muestra la vida útil máxima, calculada como el tiempo cuando el valor actual del ingreso futuro se vuelve menor que la tasa de interés. La línea fina en el gráfico muestra el costo adicional necesario que el proyecto puede requerir por aumentar el período de retorno de diseño de 100 a 200 años. Este también es un máximo, sin consideración a riesgo financiero.

Es impresionante como una tasa de interés moderada obligue a realizar inversiones de corto plazo y asumir altos riesgos por desastres naturales. Parece que la tasa normal de interés en gran parte de Centroamérica — de aproximadamente 25% — es, en efecto, un obstáculo para medidas de mitigación en el sector privado (por ejemplo en el sector vivienda). Por otro lado, los préstamos favorables a los gobiernos con tasa de interés de aproximadamente 2%, deben ser posible de utilizarse para disminuir la vulnerabilidad del sector público. Sí se puede implementar un programa de préstamo para vivienda con baja tasa de interés, y quizás un criterio de medidas de mitigación ante amenazas, el efecto negativo de la alta tasa de interés para la vulnerabilidad puede quizás desaparecer.

Sin embargo, existen diversas maneras de manejar este problema. Es necesario implementar un proceso de investigación y educación para utilizar los datos de riesgo en cálculos económicos.

La distribución

El cálculo anterior da el valor promedio del costo del riesgo, pero no refleja su variabilidad, su desviación normal. Usando una simulación casual la variabilidad se puede valorar, y ser usada más adelante como insumo para tomar decisiones. En 100 simulaciones de un inversión de 1,000,000 con 10% de tasa de interés y 30 años de vida útil, el valor promedio actual del costo de riesgo fue cerca de 100,000. Esto es cercano al valor esperado (94,000).

Sin embargo, el promedio no refleja bien la distribución. El siguiente histograma presenta la distribución que resultó de una ejecución del modelo. Habían varios casos en el cual el puente se cayó durante los primeros años. En otra simulación no menos del 7% de los casos dio costos de daños superiores al millón, es decir, el puente se cayó dos veces en el período de 30 años. En el caso extremo, con 1.5 millón de costo, el puente se cayó el segundo y el sexto año

Aunque el riesgo promedio puede ser aceptable, puede que no todos los resultados posibles sean aceptables. Es decir, el intervalo de riesgo se debe considerar en el análisis del costos-beneficios.

Un relato claro del modelo de costos-beneficios para medidas de mitigación de desastres naturales se ha aportado por Kramer (1994), quien analizó varios métodos para incorporar información sobre el riesgo de desastres naturales dentro del modelo Costos/Beneficio.

Otros costos

Existe costos indirectos asociados con la pérdida de puentes. Esto incluye el costo extra del transporte, la pérdida de ingresos generados, y hasta la pérdida de vidas. Si incluimos estos insumos el costo del riesgo aumentará significativamente, y harían las medidas de mitigación más atractivas.

Estos costos de riesgo son distribuidos en toda la sociedad. En el caso de puentes esto es más bien obvio, pero quizás no lo es tanto en el caso de la vivienda. Sin embargo, el efecto del desastre es acarreado por el estado y en consecuencia por los ciudadanos. De este modo, debe haber un interés económico del Estado en mitigar desastres que afecten también a la propiedad privada, sin importar si la vida humana es amenazada. En la siguiente sección algunos mecanismos sobre este tema serán mencionados.

Comentario

La base de datos de desastres internacionales registra los efectos bajo la categoría del evento original. Sin embargo, para el propósito de mitigación, sería preferible señalar las pérdidas bajo la amenaza actual que las causó. Con solo hacer esto, la verdadera vulnerabilidad para cada amenaza será reflejada en las estadísticas, y asi se estimaría los costos-beneficios. Información acerca de procesos secundarios está incluida en la base de datos como comentarios, pero seria deseable de cambiar todo y listar el tipo de eventos de amenaza que realmente causan las muertes y daños (por ejemplo, deslizamiento), con referencia al origen que provoca el evento de amenaza (por ejemplo, terremoto).

Conclusiones

Las fuerzas económicas favorecen inversiones a corto plazo en vez de inversiones a largo plazo, cuando la tasa de interés es alta y el dinero es escaso. La situación se agravada por no tomar en cuenta la distribución de probabilidad de riesgo, o por no considerar todos los costos indirectos cuando un fracaso ocurre.

En consecuencia , los siguientes objetivos para el estado se pueden establecer:

Resumen

La vulnerabilidad es una función de la magnitud y del tipo de la amenaza, y por lo tanto requiere estudios detallados por todo el país para determinarla correctamente. No obstante, un análisis estadístico y económico indica que las fuerzas del mercado conducen a la creación de un alto riesgo debido a la influencia de la tasa de interés. Sin embargo, esto es probablemente un error del mercado causado por la falta de acceso a información adecuada.

Enfrentar amenazas naturales

¿Qué es lo que determina que un evento natural se convierta en desastre? ¿Es posible eliminarlos por completo?

Para contestar estas preguntas hemos procurado de desarrollar definiciones y análisis que nos permitan ver el todo en sus partes, y ahora llegamos a la repuesta de la sociedad ante la amenaza. Primero debemos definir una meta, y después examinar los métodos.

Meta

La meta total con manejo de desastre es casi siempre olvidada. En los Estado Unidos, de 44 planes de mitigación examinados, solo 29 habían establecido las metas y los objetivos. Esto ocurre a pesar de que es un requisito según la ley (Godschalk et al. 1999, p. 334).

Retomemos la definición de desastre: Un evento natural físico que mata gente (directa o indirectamente) o rebasa la capacidad local para controlar daños o de iniciar tareas de recuperación. Esto significa que, si se pudieran evitar perdidas de vida, y la recuperación y reconstrucción se pudiera manejar con recursos locales, el evento no tendría la dimensión de un desastre. Esta es una meta obvia.

La meta general es que los desastres no ocurran

En la práctica, sin embargo, esto no es debidamente apreciado, por lo que es frecuentemente olvidado. En un enfoque realista, tal como en los planes de mitigación de los Estados Unidos, se establece como metas prioritarias: Proteger la seguridad de la población (73%) y reducir la pérdida de propiedad privada (70%). Disminuir la vulnerabilidad del sector público quedó en sexto lugar con un 34%. Aún menos se identificó la necesidad de afectación mínima a la red económica y social (23%), o de reducir daños a instituciones de sustento tal como hospitales y plantas eléctricas (20%).

Estas metas representan componentes de la meta general. Dada las conjeturas estadísticas citadas anteriormente sobre vulnerabilidad, probabilidad y riesgo, no existe tal cosa como "cero riesgo". Por lo tanto es necesario definir que es un riesgo aceptable. Se debe también unificar las potenciales metas conflictivas entre sí, tal como: eliminar la pérdida de vidas, eliminar la pérdida de propiedad privada, y eliminar la pérdida económica.

Sin embargo, la valorización de esas metas entre sí es una decisión política, y ciertamente más allá del enfoque del actual proyecto. Basta decir que, sea cual sea la importancia relativa, el ordenamiento territorial es una herramienta importante para implementar el equilibrio deseado.

La forma de lograr la meta total es disminuyendo la vulnerabilidad y por lo tanto el riesgo, por medio de las actividades de "manejo de desastres". Esto significa las actividades y el tiempo invertidos en la preparación y prevención previo al evento. En otras palabras,

El objetivo del manejo de desastres es reducir el riesgo.

Las medidas de manejo de desastres varía de acuerdo a los tipos de amenaza.

Cabe destacar la generalidad de la afirmación anterior. Así como ya hemos visto en las discusiones sobre economía, un nivel alto de riesgo conduce a inversiones riesgosas, lo que a su vez aumenta la probabilidad de desastres, formando un circulo vicioso. Debemos concluir, entonces, que el manejo de desastres en su amplio sentido incluye la reducción de todos los riesgos en la sociedad, incluyendo el natural, el industrial, el ambiental, el económico, el legal y el político.

A continuación un detalle de los distintos pasos de acción en relación a los desastre.

Los cuatro pasos de gestión del desastre

Uno puede identificar cuatro tipos de actividades en relación a amenazas naturales, dos antes el evento, y dos después de que ocurriera; dos cercanos al momento y dos lejanos en tiempo:

La vulnerabilidad, según nuestra definición, es reducida por actividades de mitigación y preparación. Es fundamental, entonces, la existencia de planes de evacuación, de carreteras fiables en una situación de inundación, la disponibilidad de vehículos, y la divulgación de este plan a la población, todo esto contribuye a la disminución de vulnerabilidad.

Las actividades de información a la población debe ser actualizada regularmente, por ejemplo, con la implementación de un día de seguridad contra desastres naturales una vez por año en las escuelas, con contenido pertinente a la región.

Sin embargo, la mitigación y la preparación no pueden eliminar todos los riesgos. Por ejemplo, la gente será salvada por medio de la evacuación de una zona en peligro pero sus casas quedarán expuestas a esa amenaza. Los evacuados necesitarán un lugar seguro para estar, acceso a alimentos, y a todos los otros servicios necesarios hasta tener un nuevo hogar. Esto se enmarca en las actividades de reacción y reconstrucción mencionadas arriba.

Estrategia según la amenaza

Características de amenazas

Los siguientes factores son importantes para determinar la estrategia.

Variabilidad espacial

¿La amenaza es local o se distribuye en todo el área? Sí es local, evitar, es decir escoger un lugar seguro cercano para estar a salvo de la amenaza, será la prevención más efectiva.

Tiempo de alerta

¿Se puede predecir el evento, y si es así, con cuanto tiempo de anticipación y con qué certeza? Se puede suponer que aquellos eventos que ocurren de repente dejarán un menor número de damnificados en relación a los muertos y heridos, mientras que los eventos de evolución lenta dejarán relativamente pocos muertos y un mayor número de damnificados (ver la gráfica arriba de desastres en América Central).

En lugares donde es posible un sistema eficiente de advertencia y evacuación, se podrían admitir una planificación territorial a lo contrario a lo indicado por las circunstancias naturales. Un ejemplo podría ser la localización de Miami en uno de los lugares más propensos a huracanes en el mundo, pero con un sistema de alerta muy desarrollado.

Daños esperados

¿ Cuál es el mecanismo por el cual la amenaza causa muerte o daños?

Puede actuar directamente, puede hacerlo indirectamente por medio de otras amenazas naturales (tal como deslizamiento), o también indirectamente por medio de una amenaza causada por el hombre (por ejemplo, caída de un edificio como efecto de un terremoto). Sí el daño ocurre indirectamente, el enfoque para la prevención debe ser en el factor de amenaza intermediario.

Alternativas para estrategias de mitigación

Se puede identificar un número de estrategias. Cada una de ellas puede ser implementada de manera independiente o en combinación. Es en la mitigación donde el ordenamiento territorial puede jugar un papel. El grado de éxito depende, por supuesto, en la disponibilidad de opciones apropiadas en terreno seguro, así como de los métodos e instrumentos (legal, etc.) disponibles para el ordenamiento territorial.

Evitar la amenaza

Sí la amenaza tiene una variabilidad espacial alta, es probable que habría un lugar seguro disponible a corta distancia. A menos que la impida otras amenazas, o factores tal como plusvalía o la imposibilidad de la opción alternativa, evitar la amenaza es el mejor enfoque. En muchos casos el evitar puede ser parcial, por ejemplo, evitando la inundación de 50 años pero no la de 500 años. Las amenazas que se prestan para este enfoque son:

Inundación

Crecidas e inundaciones súbitas deben evitarse por completo, mientras que los desbordamientos se pueden aceptar si el período de retorno es alto.

Movimientos de masa

La mayor parte de los movimientos de masa afectan áreas limitadas y pueden ser evitados si la amenaza es identificada con anticipación. Otras afectan grandes áreas, o valles enteros, por lo cual intentar evitar la amenaza tiene un costo alto.

Fallas activas

El riesgo es local, por lo cual las fallas conocidas deben ser tomadas en cuenta en la planificación territorial.

Tsunami

Como el riesgo afecta únicamente la zona costera más baja, en muchos lugares es relativamente fácil mover las inversiones a zonas más elevadas.

Riesgo volcánico alto

Las laderas de los volcanes activos evidentemente son áreas que se deben evitar.

Adaptar

No se pueden evitar las amenazas que no varían mucho espacialmente. Sin embargo, algunas de éstas pueden ser exitosamente mitigadas, es decir, uno puede adaptarse a la amenaza. Como por ejemplo:

Terremotos

Estos se pueden mitigar implementando códigos adecuados de construcción, ya que frecuentemente es el fracaso en edificaciones que traen perjuicio y muerte. Otro efecto secundario son los movimientos de masa provocados por terremotos. Como fuera mencionado arriba, esa amenaza debe evitarse.

Inundación

La mitigación por medio del levantamiento de edificios sobre postes o terraplenes es una estrategia usada desde hace tiempo en planicies y deltas con alta frecuencia de inundación en diferentes partes del mundo.

Vientos huracanados

La mayor parte del daño es resultado de la lluvia entrando por los edificios donde ventanas, puertas o el techo se han quebrados por objetos arrastrados por el viento. Estos objetos son comúnmente tejas, ramas de árboles, o objetos sueltos en las afueras de las casas. La mitigación consiste en construir la casa de tal forma que no se desintegre estructuralmente, y que la capa exterior se mantenga intacta, especialmente protegiendo los vidrios durante los huracanes.

Evacuar

La tercera estrategia disponible es evacuar ante un peligro inminente. Amenazas donde esta estrategia puede ser efectiva incluye:

Erupciones volcánicas

Aunque no existe una garantía de predecir una erupción, y considerando que bastante propiedad puede dañarse, muchas vidas aún se pueden salvar por medio de la evacuación.

Inundación

La estrategia debe ser de incluir rutas de escape a lugares seguros, refugios, divulgación de información, y sí es posible, un sistema de alerta a la población.

Huracán

Áreas donde se esperan fuertes vientos y maremotos pueden ser evacuadas como un complemento de mitigación. Rutas de escape, refugios e información son componentes de la mitigación.

Tsunami

Evacuación a tierras elevadas cuando una alarma de tsunami está en vigor. La estrategia se puede complementar con un modelo de ola basado en un descripción 3-D de la rampa y plataforma continental, hasta la costa. Esto hará posible predecir el crecimiento del tsunami por cada bahía en la costa, para que la alerta sea más precisa, y así evitar que la población pierda el respeto por las alertas.

Prevención

En general, puede ser considerado que las amenazas naturales son inaccesibles para la intervención humana, pero en algunos casos se pueden tomar acciones para prevenir que el evento ocurra. Algunos ejemplos son:

Flujo detrítico

Una adecuada cobertura vegetal sobre las laderas propicias al flujo de lodo haría una gran diferencia en la prevención, evitando la formación de los flujos detríticos. Ya que los flujos de lodo no se pueden mitigar, una probabilidad grande de esta amenaza en un valle impide la localización de asentamientos humanos. Por lo que, la única solución, y en efecto muy buena, es siempre mantener una buena vegetación sobre las laderas en riesgo.

Inundaciones

El caudal de un río puede ser regulado por medio de la construcción de embalses grandes. El nivel del agua a un determinado caudal se puede ajustar haciendo cambios geométricos en el canal. En casos donde infraestructura importante es amenazada, la construcción de diques podría ser una opción. Sin embargo, construir diques es una "solución" imprudente, complicada, conflictiva y de corto plazo.

Resumen

Evitar es la estrategia preferible, mediante el ordenamiento territorial y una evaluación correcta de las amenazas. El proceso puede ser dirigido por normas o incentivos económicos.

Cuando evitar no es una opción, la opción de preferencia es la adaptación. Evacuar cuando se presenta el peligro es más como un último recurso, en vez de una alternativa viable. Para algunas amenazas por cuales ninguna de las otras estrategias son factibles o atractivas, la prevención podría ser una opción. Todos son métodos de mitigación.

Mitigación

Actividades sugeridas en planes de mitigación en los EE.UU.

En su investigación de los planes de mitigación de los Estados Unidos, Godschalk et al. (1999) comparan la popularidad de las acciones de mitigación recomendadas en los planes. Los siguientes son, en orden descendente, los 10 más sugeridos de 43 en total.

1. Información y educación (93%)

Esta actividad consiste en divulgar información a la población referente a los riesgos de amenazas y los métodos de mitigación (por ejemplo, folletos, charlas, anuncios en radio y televisión, carteleras etc.). Adaptado para condiciones Nicaragüenses, esta actividad podría ser la distribución de folletos de información sobre como construir casas seguras a precio razonable contra los huracanes y terremotos. Los folletos podrían distribuirse a través de los negocios que venden material de construcción.

2. Información técnica a funcionarios locales (91%)

Asistencia técnica en forma de talleres etc. sobre amenazas y mitigación a los funcionares locales a nivel municipal, era la segunda actividad más común, mientras asistencia técnica a propietarios está en medio de la lista (50%). Como en Nicaragua las municipalidades tienen la responsabilidad directa, esto seguramente también es una actividad recomendable y necesaria en este país.

3. Estudios y mapeo (89%)

Como alta prioridad se dio también los estudios científicos, desarrollar normas, e identificar y mapear las amenazas. En el capítulo 5 de este informe se hace referencia a esto, así como en la base de datos, de cómo y qué se necesita mapear y estudiar en Nicaragua.

4. Coordinación municipios - Estado (77%)

Esta actividad consiste en desarrollar o mejorar los mecanismos de coordinación entre municipios y Estado (sin diferenciar coordinación de mitigación, y de reacción). El proceso de ordenamiento territorial en Nicaragua puede ser un ejemplo de este tipo de actividad. Esto pertenece a la categoría estratégica "coordinación intergubernamental".

5. Normas de construcción (75%)

También se ha sugerido extensamente el uso de estándares de sitio y de diseño de construcción para hacer que las nuevas estructuras sean menos susceptibles al peligro de las fuerzas naturales. Esto, igual que #9 abajo, hace parte de la estrategia "control de nuevas construcciones". En Nicaragua, normas de sitio y de construcción son deseables en relación a las siguientes amenazas: Terremotos, huracanes (vientos), inundaciones, y relámpagos. También son recomendables normas geotécnicos para evitar riesgos de movimientos de masa.

6. Control de agua torrencial (75%)

Control de agua torrencial tal como sistemas de desagüe, canalización, alcantarillado, y cuencas de detención o retención son la actividad más común dentro de la estrategia "control físico de amenazas". Durante el trabajo de campo en este proyecto hemos visto muchos pueblos pequeños donde el agua corre por las calles. Esto parece ser una actividad apropiada en muchas ciudades —y también en Nicaragua.

7. Programas de alerta y rescate (73%)

Consiste en la ejecución de programas de alerta y de rescate, y divulgación de los planes de emergencia. Esto, como las tres primeras actividades, forman parte de la estrategia de concientización de la población. Para las condiciones de Nicaragua, estas son medidas importantes en relación a amenazas tales como terremotos, vulcanismo, tsunami, huracanes e inundaciones. Puede que también sea posible instalar sistemas de alarma en zonas de alto riesgo de movimientos de masa, tales como áreas con de riesgo de flujos detríticos y lahares.

8. Modificar la localización, diseño y cronograma de infraestructura publica (70%)

Esta actividad forma parte de la estrategia de protección los servicios públicos e infraestructura, y consiste en modificar la localización y el diseño de la infraestructura publica, tal como agua, sistema de alcantarillado y carreteras para limitar la vulnerabilidad.

9. Controlar el uso de la tierra (68%)

Controlar del uso de la tierra en áreas peligrosas es sugerido en más de dos tercios de los planes de prevención estudiados y pertenece en la estrategia de control de construcciones nuevo. La aplicación en Nicaragua sería atraves del ordenamiento territorial

10. Estimular la compra de seguros (68%)

Estimular la compra de seguros contra inundaciones o terremotos es el quinto punto —en la lista de los primeros diez— que pertenece a la estrategia de Promoción de conciencia y conocimiento sobre amenazas. Notar que todos los puntos en la estrategia son relativamente bajo costo para el gobierno.

De esta lista de 10 puntos, solo los cuatro siguientes requieren compromiso e intervención de importantancia a nivel político: #5, 6, 8, 9. Los otros son relativamente bajo en costo y no requieren de una intervención gubernamental directa (Godschalk et al, 1999).

Actividades adicionales pertinente a Nicaragua

La lista anterior menciona muchas cosas que también son pertinentes a Nicaragua. Sin embargo, algunos puntos que obtuvieron un puntaje bajo en la lista de Estados Unidos, puede obtener una puntuación más alta en una lista de prioridades para Nicaragua. Uno siendo la protección legale al medio ambiente en lugares en donde el mal uso de los recursos naturales puede aumentar la amenaza. Específicamente, existen áreas donde pueden ser activados flujos detríticos muy peligrosos si la capa del bosque sobre grandes extensiones se quitaran. Esto no significa que no debe haber uso forestal, simplemente que las áreas de explotación forestal tienen que ser pequeñas y adaptadas a las pendientes.

Otro ejemplo: Fuera de la lista de los primeros 10 en Estado Unidos era de dar ayuda financiera a gobiernos locales para mitigación, esto apareciendo tan solo en un 59% de los planes. Dada la estructura de impuestos en Nicaragua, es difícil de imaginar como una mitigación exitosa pueda ser implementada sin asistencia financiera del nivel central.

Ética de mitigación

Godschalk et al. (1999) finaliza con un interesante capítulo sobre ética de mitigación, presentándose disyuntivas como las siguientes:

¿Quién es responsable por la seguridad: el Estado, el dueño del edificio, o el que la habita?

¿Quién debe pagar por la mitigación?

¿Un profesional que descubre un riesgo en un proyecto de su cliente, y el cliente quiere ocultarlo, debe callar por ética profesional, o divulgarlo para salvar vidas?

¿Se deben "maximizar" los mapas de amenazas arriesgando alarmar al público, o "minimizar" con el riesgo de transmitir un falso sentido de seguridad?

Respondieron con una sugerencia de 28 pautas éticas, de las cuales algunas son:

La ultima recomendación ciertamente tiene que ver con este proyecto. En especifico, parece que hay muchos malentendidos sobre la noción de período de retorno del riesgo de inundación. Mucha gente aparentemente cree que tomará 100 años para que la inundación de 100 años vuelva ocurrir. ¿Quizás uno debería indicarlo como un riesgo de 1% anual de probabilidad? Por lo menos se debería poner en claro la equivalencia de estos dos conceptos.

Comentarios finales

Como se menciono anteriormente, el ordenamiento territorial juega un papel fundamental Mencionaremos algunos requisitos.

Para poder evitar las amenazas, las personas debe tener conciencia de ellas. Esto quiere decir que el público en general, o sea, todos los ciudadanos, deben tener acceso a la información. Tener acceso no sólo quiere decir que sea gratis y accesible, sino que también debe estar al alcance de aquellas personas con menos recursos. Consecuentemente, esta información se debe publicar, por ejemplo, imprimiéndola y exponiéndola en lugares públicos (como ejemplo la alcaldía).

Sin embargo, aún si la información (mapas y textos) es expuesta para la atención del ciudadano, esto no asegura de que estos elijan (o puedan económicamente) dejar de construir en áreas expuestas a la amenaza. Las autoridades pueden crear normas y planes, pero si estos no son implementados, no son útiles.

Para que tenga valor la información sobre amenazas se debe poner en práctica, lo cual puede ser el obstáculo más difícil en todo el proceso. La planificación del uso de la tierra pueda que este perfectamente óptima, pero ¿porque los terratenientes (u ocupantes) harán caso?

Talvez sea una solución el uso de incentivos económicos. Si es económicamente favorable para el individuo evitar la amenaza o implementar las medidas de mitigación, entonces lo hará. Existen una larga lista de medidas y métodos factibles que ayudarían a inclinar la balanza más a favor de eliminar el riesgo. Tales medidas deben ser diseñadas para que sean también económicamente favorables para el país, lo cual debería ser factible en vista de la disminución del riesgo que aportan.

Posibles áreas podrían ser el ajuste de tasas de interés de acuerdo a las zonas de riesgo y nivel de mitigación, o simplemente tener como condición para prestamos estatales para vivienda de construir en zonas aprobadas y con las normas determinadas.

Acceso a datos para hacer decisiones de riesgo

¿Valioso para quién?

Economía nacional vs. economía empresarial

En una empresa a, los ingresos y egresos se pueden medir y comparar. Si el institución nacional a cargo de reunir cierto tipo de información relevante para el manejo de riegos pondría el precio basado en su propia economía empresarial, tendría que tomar valorar el potencial de venta a diferentes grupos interesados cuenta cuantos diferentes grupos están dispuestos a pagar, y poner el precio de acuerdo a eso. Sí, por otro lado, la institución en cuestión tuviese en mente la economía nacional, en vez de la suya propia, tendría también que sopesar el beneficio a la economía nacional que resultara de que estos diferentes grupos tengan acceso a los datos.

Dado que la economía nacional se beneficia de un alto volumen de negocios, es evidente que desde un punto de vista de economía nacional es mejor poner el precio más bajo que el óptimo desde un punto de vista de economía empresarial. ¿Cuanto más bajo? Un estudio gubernamental en Suecia en los años 90 sobre datos SIG mostró que los "datos básicos", es decir, datos con muchos usos potenciales, tenía más valor económico nacional si se ofrecían a un precio bien bajo (por ejemplo al costo de distribución).

Ya que la distribución gratis vía Internet es muy baja en costos, mientras que el por costo de cobrar una pequeña cuota es muy alto, uno puede concluir que lo más favorable en muchos casos sería dar la información gratis vía Internet.

Ejemplo: Espaciomapas

Los espaciomapas son imágenes SPOT georeferenciados, con una resolución de 10 m. INETER los tiene para toda Nicaragua. La información contenido en ellos tiene un gran valor potencial. Sin embargo, para convertir en valor potencial a valor real, una de dos cosas se tiene que hacer, dependiendo del métodos para cálculos de medida económica que se use.

1. Desde un punto de vista de la economía empresarial, los mapas tendrán que ser vendidos y cobrados al público, convertidos en productos derivados que se puedan vender.

2. Desde un punto de vista de la economía nacional, los datos brutos deberían estar disponibles a cuantos más usuarios potenciales posibles, así como sus productos derivados.

Sin embargo, los espaciomapas están protegidos como propiedad intelectual, por lo que no se pueden vender, o ni aun distribuir gratis. Solamente la organización autorizada puede usarlos, es decir, la República de Nicaragua. Esto limita las opciones de uso considerablemente, a uno de dos:

La venta de productos derivados al público general genera ingresos al Estado, aunque pequeños. Sin embargo, solamente cuando los espaciomapas son usados extensamente su se podrá dar una recuperación completa de su valor. El uso extenso de los datos ahorraría otros costos al Estado, y aumentaría el PIB, con lo cual los ingresos de impuestos aumentaría para el Estado. Para la institución, sin embargo, significa que los prestamos tomados para la compra de los espaciomapas deberían ser absorbido por el Estado, en lugar de recuperarlo por la venta de los productos derivados.

Datos de amenaza

Los datos de amenaza natural se pueden usar para el propósito de disminuir el riesgo en dos maneras: Ya sea orientando de manera directa al que toma una decisión, tal como el comprador de casas, constructor, o influenciando indirectamente sobre sus decisiones mediante reglamentos, normas, o variando las tasas de interés o tarifa de seguros de acuerdo al nivel de riesgo. Dependiendo de la opción tomada, los datos pueden estar disponibles sin costo o por un precio.

Vender por un precio

Precio alto: Compradores limitados a compañías de seguros y bancos financiadores de inversiones en bienes raíces.

Vender los datos a un alto costo es un extremo de la escala. La lógica de esto sería que la conciencia de riesgo sea propagada a todos los ciudadanos por medio de los precios de los seguros y la disponibilidad o no de prestamos para viviendas. No tenemos conocimientos de un ejemplo donde se haya demostrado que esto sea efectivo.

Presio bajo: Compradores incluyen compañías de construcción

Sí los datos son vendidos a bajo costo serán más los usuarios que los podrán utilizar, pero el número de usuarios aún seria bajo. Es dudoso que los constructores asumirán la responsabilidad moral de comprar los datos y construir conforme.

Distribuir de manera gratuita

El usuario debe buscarlo

Los datos podrían estar disponibles en Internet o en las oficinas municipales. Aquellos que tengan conocimiento de esto tendrán la posibilidad de usarlos, pero puede que no tenga el impacto que deberían tener, sencillamente porque no son lo suficientemente conocidos públicamente.

Informar activamente sobre ellos

Las campañas de información, eventos especiales en las escuelas y la distribución de folletos sobre métodos de construcción, en lugares de venta materiales de construcción, podrían aumentar significativamente el conocimiento de riesgo en la población. Otra posibilidad es poner carteles en las carreteras avisando sobre riesgos (tales como fallas y deslizamientos que uno debe evitar durante terremotos, y extensiones de carretera de los cuales deben de alejarse cuando existe riesgo de inundación).

Hacer el uso obligatorio

El otro lado de la escala es hacer obligatorio el uso de los datos en diversas situaciones. Esto puede incluir la obligación de informar de los eventuales riesgos cuando se vende una propiedad de bienes raíces o hacer obligatorio el análisis del riesgo natural en los estudios de impacto ambiental (EIA).

Conclusión

La opinión general parece ser que los datos sobre amenazas naturales no solo deberían ser gratuitos, si no que deberían ser además activamente distribuidos al público en general. No es solamente lo éticamente correcto, sino que también tiene un buen sentido económico para el país.

Sin embargo, hacer obligatorio el uso de los datos es un poco controversial. Dadas las complicaciones políticas y legales, debería investigarse mas a fondo los posibles beneficios antes de implementar tal medida.

Resumen

En este capítulo hemos revisado el significado exacto de desastre natural, amenaza, vulnerabilidad y riesgo. Las definiciones nos dan las herramientas necesarias para un análisis cuantitativo. El objetivo a la larga tiene que ser compilar datos sobre amenazas que muestra no solamente el área donde existe la amenaza, sino también exactamente que tipo de amenaza (por ejemplo, distinguir tipos de inundación), su magnitud y período de retorno. Esto se tiene que hacer, de una manera comparable, para los sujetos de vulnerabilidad en la sociedad (vida, propiedad, funciones sociales). Solamente teniendo acceso a todos estos datos cuantitativos se podrá calcular la vulnerabilidad y el riesgo.

Ante falta de los datos necesarios, se ha hecho un estimado estadístico y económico. Aunque no sean nada más que ejercicios matemáticos, el resultado puede ser sorpresivo para muchas personas no expertas: El alto riesgo resultado del método económico de descuento, conduce a un alto porcentaje de fracaso estimado.

Basado en las consideraciones, concluimos que la meta del manejo de desastres debe ser minimizar el riesgo. De hecho, la meta general debería ser minimizar todas las clases de riesgos. El riesgo de los desastre naturales es uno de muchos que perturba la sociedad. Otros riesgos, tales como financieros y políticos, contribuyen indirectamente al aumento de la vulnerabilidad ante la amenaza natural, en una red entrelazada de relaciones causales. También se presentó una selección de métodos para la reducción del riesgo por medio de la mitigación, junto con ponderaciones de las éticas de mitigación.

Finalmente, analizamos la manera de divulgación de la información sobre amenazas naturales. La conclusión es que las consideraciones éticas y económicas conllevan la propuesta de una diseminación activa de los resultados. Las posibilidades de divulgación incluyen Internet hasta la distribución de folletos de información en las ventas de materiales de construcción.

 


Literatura

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